El Metz recibió este lunes al Guingamp para el último partido de la 8ª jornada de la Ligue 2. Un encuentro muy animado que estuvo marcado por un empate incandescente en el estadio Saint-Symphorien (3-3) hasta el minuto 57. El primer tiempo fue completamente loco y muy prolífico con seis goles marcados, tres por cada lado, y dos tarjetas rojas para los Messins (Boubakar Kouyaté 31º y Alexandre Oukidja 45º + 3). Tras el descanso, la intensidad del partido no decayó y en el minuto 56, Danley Jean-Jacques a su vez sacó tarjeta roja por una agresión a Tristan Muyumba.
Una tercera exclusión que prendió fuego a la pólvora en el estadio. A las 22:05 (día 57), la reunión fue interrumpida, siendo amenazada la seguridad del cuerpo arbitral por los seguidores del Metz que habrían subido a la tribuna. Luego, los jugadores regresaron al vestuario. En el proceso se llevó a cabo una reunión entre los delegados del partido con el fin de saber qué medidas tomar ante esta situación. Tras un descanso de 25 minutos (a las 22:30 horas), el encuentro finalmente se reanudó con una espada de Damocles sobre las cabezas de todos los protagonistas. A la menor incidencia adicional, la reunión se interrumpirá definitivamente.
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