El PSG se movió sobre el césped del Maccabi Haifa durante la segunda jornada de la Champions League. Para este partido, Christophe Galtier tuvo que componer sin el lesionado Presnel Kimpembe. Danilo vino a reemplazarlo en defensa mientras que Nordi Mukiele fue preferido a Achraf Hakimi. Por lo demás, clásico y en especial el trío ofensivo Neymar-Messi-Mbappé. Lado de Haifa, una formación bastante desconocida, pero algunas cabezas interesantes sobre todo en el frente de ataque. Muy rápido en ese encuentro, el PSG estuvo peligroso. Mbappé, tras apenas 30 segundos de juego, se marchó solo ante el portero, pero falló su cara a cara. Y mientras se esperaba que el PSG se desarrollara, el Maccabi Haifa también comenzó a producir juego, aprovechando una actitud totalmente casual de los parisinos. Testigo de esta acción donde Neymar hizo una serie de regates inútiles en su propio campo, perdió el balón y ni siquiera intentó recuperarlo.
Lionel Messi cruzó el encuentro sin mostrarse violento mientras que Mbappé tras otro fallido cara a cara no pareció especialmente preocupado por el partido. Y pasó lo que tenía que pasar. En un estupendo centro de Dolev Haziza, fue Tjaronn Chery quien abrió el marcador y sorprendió en actitud a un equipo parisino muy decepcionante (1-0, 24). Tras este gol, fue incluso Donnarumma quien salvó a su familia en varias ocasiones y evitó el desastre. Sin darse cuenta, el PSG aún logró empatar gracias a una aceleración de Mbappé que benefició a Messi que solo tuvo que empujar el balón profundo (1-1, 36º). Pero no lo suficiente como para tranquilizarse, ya que la cara que mostró Paris fue decepcionante.
Al volver del vestuario esperábamos ver otra cara del PSG. Pero no era. Los parisinos volvieron con las mismas ganas, la misma mentalidad y por tanto las carencias tanto ofensivas como defensivas. El trío delantero aún atravesaba el encuentro como fantasmas, mientras la defensa parisina sufría ante los atacantes del club israelí. E incluso fue el Maccabi Haifa quien demostró ser el más peligroso en este encuentro. El PSG, gracias a algunas aceleraciones, logró responder de vez en cuando, como cuando Messi vio su disparo repelido por poco por el portero Joshua Cohen (63º). Pero el talento de París acabó marcando la diferencia a pesar de una actuación de mal gusto. En un contraataque relámpago dirigido por Messi, Kylian Mbappé entregó el suyo con un preciso pie plano (2-1, 70º). Suficiente para salvar una actuación parisina de la que se debería hablar mucho en los próximos días. Neymar selló el triunfo parisino al final del partido (3-1, 88). Con esta victoria, si el PSG no se tranquiliza, todavía ofrece la cabeza de su grupo y parece muy encaminado a la clasificación para los octavos de final. Pero tendremos que mostrarnos mucho mejor contra el Benfica durante la 3ª jornada.
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