A menudo se dice en los partidos de fútbol que no debes llegar tarde. Esta vez, para el enfrentamiento entre el Olympique de Marsella y el Sporting CP, en el Orange Vélodrome, estuvo bien. De hecho, debido a los atascos absolutamente abrumadores en las carreteras que conducen al recinto de Marsella, los jugadores de la selección portuguesa tuvieron dificultades para encontrar el césped. Sólo entraron en el recinto poco más de treinta minutos antes del inicio del partido.
Primero retrasado diez minutos, el pitido inaugural del árbitro central se esperaba para las 19 horas (quince minutos después, por tanto). Pero a las siete, todavía nada mientras Mattéo Guendouzi, capitán por una tarde, y sus compañeros esperaban en el pasillo que da al rectángulo verde. Le bastó a Igor Tudor, el entrenador del OM, pedir, con vehemencia, explicaciones a los delegados, luego a los árbitros, antes de intentar ir él mismo a buscar a los jugadores de Ruben Amorim. en su vestuario.
Un inicio retrasado
Finalmente, se dio el saque inicial, en un estadio Vélodrome que sonaba hueco por la sesión a puerta cerrada, y un minuto después, Francisco Trincao encontró la falta. Muy mal comienzo de encuentro por tanto para Pau López y su familia. Pero eso fue sin contar con los reiterados desaciertos del portero portugués, Antonio Adan. Primero tardó más que su entrenador en entrar al estadio para despejar el balón. Pero Alexis Sánchez estaba ahí y secuestró el gol (13º).
Tres minutos después, relanzó esta vez de pleno eje sobre Mattéo Guendouzi, que se desplazó al lado de Jonathan Clauss. El internacional francés, liberado por lesión después, mandó un centro amoroso a Amine Harit, que le dio la ventaja a su equipo (16º). Pero Antonio Adán, por desgracia para Rubén Amorim, no se quedó ahí.
La tarde sin de Antonio Adán
Menos de diez minutos después, en un despeje largo de Pau López, Nuno Tavares estaba luchando con un defensa. Aprovechando el rechace, el lateral izquierdo de OM remató a Adán, salió a su encuentro. Pero este último puso las manos sobre el cuero fuera del área penal. Veredicto: tarjeta roja (23). En el espacio de 10 minutos, el español había logrado liderar a su equipo.
Al final, el OM dominó este encuentro que crecía en tensión con cada contacto y acabó marcando el tercer gol de Leonardo Balerdi a la salida de un córner (28º) y el cuarto al final del encuentro de Chancel Mbemba (84º). En esta noche totalmente loca, el Olympique de Marseille se relanzó en este grupo al sumar sus primeros tres puntos y ahora puede mirar un lugar clasificado para el octavo.
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