Ante las cámaras, es a menudo -y es lógico- Joan Laporta al que vemos cuando se trata del FC Barcelona. Pero el verdadero hombre fuerte del club es Mateu Alemany. Es quien supervisa y gestiona toda la sección de fútbol del club, ocupándose de la ventana de fichajes, los contratos de los jugadores, las cuestiones financieras y el juego limpio de LaLiga, quien se asegura de que todo vaya bien en La Masia, etc… Un manitas que dejará el club este verano. Todo apunta a que se incorporará al Aston Villa, que le ofrece un proyecto más que ambicioso. Algunos medios, sin embargo, indican que hará el mercado de fichajes de verano con el Barça, e irá después al Birmingham. Es Deco, el exjugador del Barça, entre otros, quien le sustituirá en este cargo de director de fútbol del club culé.
Una llegada que hará las delicias de los aficionados nostálgicos del FC Barcelona de los 2000, pero que aún plantea interrogantes. Primero: ¿es realmente competente para asumir este papel? Es una pregunta que legítimamente nos podemos hacer ante la falta de experiencia del exinternacional lusitano, sobre todo en este complicado contexto que atraviesa el club, con una colosal obra a nivel económico que le impide fichar la nuevos contratos de ciertos jugadores y le da un margen de maniobra extremadamente limitado para la ventana de transferencia. Para ocupar este puesto se necesitan conocimientos muy avanzados en muchas áreas, y lamentablemente no basta con conocer bien el fútbol o tener una red. Aún le daremos el beneficio de la duda, y cabe señalar que no llegará a territorio desconocido, pues ya había trabajado en algunos expedientes de forma extraoficial para el club, como la llegada de Aubameyang en su momento.
Conflicto de intereses en todas partes
En cambio, donde podemos hacernos verdaderas preguntas es en su doble cap. De hecho, actualmente es agente de jugadores, una función que parece difícil de conciliar con la de gerente del club. Más aún cuando algunos de sus jugadores están en el Barça, como su potro Raphinha. Claramente hay un conflicto de intereses, y los medios españoles como COMO no dejan de señalar esto. Sobre todo porque el extremo brasileño es uno de los jugadores que el club está pensando en vender para sacar las arcas este verano, y es bastante excéntrico imaginar que Deco tenga que gestionar este expediente tanto como técnico como agente del Barça del jugador y poder al mismo tiempo encontrar la mejor solución para ambas partes…
Deco también está muy cerca de Jorge Mendes -que tiene poder en el Barcelona y tiene en su establo a varios jugadores como Fati o Baldé-, lo que también corre el riesgo de crear problemas de conflicto de intereses en otros temas. Su amistad con Joan Laporta también puede ser motivo de preocupación, en el sentido de que siempre es bueno tener puntos de vista divergentes dentro de un club, especialmente cuando se trata de la ventana de fichajes. ¿Podrá Deco enfrentarse a Laporta? ¿Cuál será su poder y alcance? Cuando sabemos que los amoríos del presidente con Mendes o Zahavi y su injerencia en determinados expedientes fueron uno de los motivos que empujaron a Alemany a marcharse, podemos imaginar que Deco fue puesto porque no necesariamente se opondrá a ciertas cosas que otros no habrían aceptado. Una cosa es cierta, sin embargo; trabajo, habrá mucho este verano…