Independientemente del ganador al final de esta final de la Europa League 2022-2023, la tarde del miércoles 31 de mayo será histórica pase lo que pase entre el Sevilla FC y la AS Roma. Antes de este viaje al estadio Ferenc-Puskás de Budapest, el técnico giallorosso José Mourinho nunca había perdido una final de la Copa de Europa en su prestigiosa carrera como entrenador, llegando a otra parte con la etiqueta de campeón defensor de la primera edición de la Europa League Conference, mientras que el El club andaluz nunca ha fallado en la final de C3. Para esta final, el Sevilla avanza en un 4-2-3-1 con En-Nesyri al frente, por delante de Ocampos, Torres y Gil. Para la Roma, Abraham y Dybala deberían animar el ataque frente a Pellegrini.
Si el encuentro estuvo bastante equilibrado entre las dos formaciones, los romanos se ofrecieron la primera oportunidad real de la noche a través de Leonardo Spinazzola, perfectamente golpeado por Yassine Bounou (11º) frente a su línea. Tammy Abraham creyó entonces recibir un penalti tras un pie alto sobre el despeje de Nemanja Gudelj (32º). Gianluca Mancini recuperó el balón en campo contrario y lanzó a Paulo Dybala. El argentino engañó al portero marroquí con un disparo cruzado que se alojó en el pequeño arco sevillano por la izquierda (35º). Descontento con la pérdida de balón que supuso la apertura del marcador italiano, Ivan Rakitic mandó un disparo desmajado al poste izquierdo de Rui Patricio (45+6º).
Una Sevilla a reacción
A la vuelta del vestuario, los de José Luis Mendilibar mostraron mejores intenciones ofensivas, robando el balón al rival de la tarde. Los compañeros de Lucas Ocampos empujaron y empujaron a la ASR al límite, antes de que el argentino provocara el contraataque de Mancini, pasador decisivo sobre la portería de La Joya (1-1, 55º). Fue el primer gol encajado por Mou desde la final de la Copa de la UEFA de 2003 con el FC Porto ante el Celtic (victoria por 3-2). El club del Louve trató entonces de marcar la diferencia en jugadas a balón parado, aprovechando así grandes tallas como Chris Smalling y Tammy Abraham. Si el primero se vio rematado de cabeza por Bounou, el segundo ofreció una parada refleja frente al delantero inglés, antes de ver a Ibáñez destornillar su remate en la entrada al área (67º).
Al comienzo del último cuarto de hora, Lucas Ocampos se desplomó en el área frente a Ibáñez, lo que provocó el silbato del árbitro, señalando el punto de penalti. No obstante, tras ver el VAR, el árbitro del otro lado del Canal reconsideró su decisión, sin sancionar al número 55 blanco (77º). En un tiro libre jugado rápidamente, Pellegrini encontró a Andrea Belotti entrante, cuya recuperación fue desviada de los dedos por Bounou (83). Al final del partido, Youssef En-Nesyri mandó un casco pegado por encima del larguero de Patricio (90+2º). Suso luego inquietó a Fernando al portero portugués, que sólo repelió el remate del español antes de ver desviado el disparo del centrocampista brasileño en el poste derecho (90+7º). Los 22 jugadores no se pudieron decidir en el minuto 90, rumbo a la prórroga en la guarida húngara.
Una sesión fatal
Si los dos equipos se sentían claramente cansados, parecían trascendidos por sus respectivas aficiones, que seguían poniendo sus tripas en el rectángulo verde, pero sin mostrar tanta precisión técnica como durante los dos periodos reglamentarios. En el segundo tiempo, los blanquirrojos tenían una ligera ventaja sobre los hombres de Special One, que solo buscaban defender bien para esperar la diferencia en la tanda de penaltis. Y en el minuto 131 (!), Smalling encontró el larguero en otro cabezazo de esquina para la última oportunidad del partido, antes de que el Sr. Taylor enviara a los jugadores a decidir en la tanda de penaltis. Gracias a dos atajadas de Bono en su línea, el Sevilla FC ganó una séptima Europa League ante la AS Roma de José Mourinho, que perdió su primera final europea (4-1 en ficha).