La temporada de la Juventus acaba de terminar con la consecución del 7º puesto y la clasificación a la próxima Europa Conference League, salvo que la UEFA decida imponer sanciones que podrían dejar a los bianconeri fuera de las competiciones internacionales durante dos largos años.
A la espera de saber más sobre su futuro, la Juventus está planeando algunos movimientos de mercado que, dada su cierta ausencia en la Champions League, se verán contenidos en costes.
En Turín se espera una revolución: seguro que se irán muchos jugadores que han sido piezas clave del primer equipo, como Adrien Rabiot y Angel Di Maria, que se quedan sin contrato este verano.
El tablero también podría cambiar, con Cristiano Giuntoli todavía a la espera de incorporarse al proyecto de la Juventus procedente del Napoli. El técnico Massimiliano Allegri también tiene un futuro incierto, a pesar de un contrato oneroso.
Sin embargo, algo parece no estar en discusión actualmente: Federico Chiesa y su presencia.
A pesar del interés de algunos de los principales clubes europeos, incluido el Bayern de Múnich que, tras la llegada de Tuchel, lo ha puesto en la mira y trataría de tocar la base, la Juventus, hasta la fecha, no está abierta a considerar ninguna oferta por Chiesa.
El extremo italiano tiene un papel central en el proyecto de relanzamiento de los bianconeri y, de momento, se considera intransferible.
Chiesa, de 25 años, contribuyó con cuatro goles y seis asistencias en todas las competiciones en 2022/23, y sin duda podría haber sido una opción tentadora para el Bayern después de los problemas de Sadio Mané, pero actualmente parece muy poco probable que la Juve esté abierta a cualquier oferta por él.