Puede parecer inconcebible que los jugadores del Liverpool y el Man United conspiraran juntos para amañar un partido, pero eso es lo que sucedió en 1915.
Es abril de 1915, la Primera Guerra Mundial llevaba casi un año arrasando pero el fútbol continuaba y, en ese momento, también lo hacía la Primera División.
El Liverpool fue dirigido por Tom Watson y cuando hicieron el viaje a Old Trafford el Viernes Santo, su estatus en la máxima categoría estaba casi asegurado; no se podía decir lo mismo del Man United.
Sin embargo, ese día, fue el United quien ganó el partido 2-0 con el Liverpool habiendo dado la «exhibición más débil» de fútbol de ataque, en palabras de La crónica deportiva.
Los dos puntos, otorgados por las victorias, finalmente hicieron que el United evitara el descenso y, en cambio, fue el Tottenham quien cayó a Segunda División con dos puntos menos.
Hubo rumores sobre la legitimidad del resultado antes del partido y quince días después, un puñado de periódicos insinuó irregularidades.
Se habían realizado apuestas de hasta 8/1 para que el United ganara por un marcador de 2-0, pero el volumen de apuestas hizo que las probabilidades se redujeran a 4/1; se levantaron sospechas y finalmente se descubrió que eran correctas.
Fred Pagnam, del Liverpool, había golpeado el travesaño tarde para asustar a los involucrados, pero como el Despacho diario de Manchester informó: “La segunda mitad estuvo repleta de fútbol sin vida».
“United estaba dos arriba con 22 minutos por jugar y parecían tan contentos con su ventaja que aparentemente nunca intentaron aumentarla. El Liverpool casi nunca dio la impresión de que iban a marcar”.
Bastante revelador, en retrospectiva.
La Football League finalmente abrió una investigación y se entrevistó a los jugadores que participaron en el partido, pero no fue hasta el 23 de diciembre de 1915 que se emitió un veredicto.
“Está probado que una suma considerable de dinero cambió de manos apostando en el partido, y que algunos de los jugadores se beneficiaron de ello”, afirmó la comisión del Viernes Santo de la Football League, según documenta el libro de Graham Sharpe ‘Free the Manchester United’.
“Con su acción, han buscado socavar todo el tejido del juego y desacreditar su honestidad y equidad”.
Los jugadores del Liverpool Tom Fairfoul, Tom Miller, Bob Purcell y Jackie Sheldon fueron declarados culpables y sancionados de por vida, al igual que Enoch West, Sandy Turnbull y Arthur Whalley del United.
Quedaba la sospecha de que otros estaban involucrados, pero no había dudas para los mencionados anteriormente y fueron «suspendidos permanentemente de participar en el fútbol o en la gestión del fútbol, y no se les permitirá ingresar a ningún campo de fútbol en el futuro».
Más tarde, como señala LFCHistory.net Sheldon del Liverpool confesaría su culpa y revelaría en 1917 que se reunió con jugadores del United y convenció a tres compañeros para arreglar el partido 2-0.
Si bien había una buena razón para imponer una sanción de por vida, los cuatro jugadores del Liverpool fueron indultados más tarde en 1919 cuando la FA mostró su aprecio por sus esfuerzos durante la guerra, con la condición de que primero se disculparan, lo cual hicieron todos.
Al final, Fairfoul dejó de jugar, Purcell jugó dos partidos más con el Liverpool, Miller jugó 29 veces más antes de fichar por el United, mientras que Sheldon disfrutó de 80 partidos más en Anfield.