Cuando Bruno Fernandes repasa su actuación con el Manchester United durante la paliza por 7-0 a manos de su rival Liverpool, debería agachar la cabeza avergonzado.
Que este gran club de historia tenga un jugador con el brazalete que mostró una petulancia continua, empujó a un árbitro y además fingió estar lesionado, francamente, es una vergüenza.
El portugués recibió el brazalete una vez que Harry Maguire fue dejado de lado por Erik ten Hag, el internacional de Inglaterra apenas apareció bajo el holandés.
Está bastante claro que Maguire no es un jugador tipo ten Hag, y sin importar lo que piensen los seguidores del club sobre su idoneidad, al menos se puede confiar en que usará el brazalete con orgullo.
Hay una gran responsabilidad que conlleva ser el capitán del equipo de Old Trafford, y es algo que debe tomarse en serio.
Fernandes mostró una notable falta de juicio en Anfield, y podría ser el fin de sus posibilidades para mantener el brazalete en la próxima temporada y más allá.
Aunque no se cree que ten Hag desee cambiar nada en este punto, fuentes cercanas al club han indicado que existen reservas sobre la designación a largo plazo de Fernandes en el cargo.
Tres jugadores mencionados como más adecuados son Casemiro, David de Gea o Raphael Varane, todos los cuales tendrían la influencia necesaria en el vestuario para poder asumir algo que parece estar más allá de su homólogo portugués.
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