Este invierno, el mundo del fútbol había descubierto la fabulosa epopeya de Marruecos. Los Atlas Lions habían escrito la historia del fútbol africano al lograr un magnífico curso durante la Copa del Mundo de Qatar 2022. Tras haber ofrecido Bélgica, España y Portugal, los hombres de Walid Regragui habían caído en semifinales ante la selección de Francia. Pero el excelente curso tuvo el mérito de confirmar la marcha del equipo y escribir una nueva página del fútbol africano, siendo Marruecos la primera nación africana en llegar a cuartos de final de un Mundial. Así que inevitablemente, para esta primera tregua, se esperaba que los “héroes” celebraran la epopeya. Qué podría ser mejor que un partido de prestigio contra Brasil para celebrar. En el estadio Ibn Batouta de Tánger, el ambiente era más que festivo, era eléctrico.
Tres horas antes del inicio y mientras se jugaba el partido en pleno Ramadán, el estadio estaba medio lleno. La perfecta ilustración del fervor marroquí que se sintió durante el himno o se desplegó un tifo gigante “Marruecos lidera el fútbol africano” (Marruecos, líder del fútbol africano). Al igual que en las gradas, el césped nos brindó un excelente espectáculo. Ante una formación brasileña dirigida por Vinicius, Militao y Rodrygo, Marruecos acaparó el cuero y acabó sacando ventaja con carácter gracias a Sofiane Boufal.
Marruecos en su nube
Y pese al gran balón de Bounou que permitió el empate a Casemiro, los Leones del Atlas lograron desbaratar una vez más los pronósticos para tomar ventaja y regalarse una victoria XXL. Porque Walid Regragui se ofrece a sí mismo como un nuevo gran nombre en el fútbol mundial y continúa así su increíble ascenso. A lo largo de la Copa del Mundo, el ex entrenador de Wydad Casablanca explicó que quería poner a Marruecos en la lista de los mejores equipos del mundo y quería acabar con el complejo de inferioridad del continente africano. Esta victoria contra Brasil, aunque sea en un amistoso, va en esa dirección. “Es el primer equipo en el ranking de la FIFA, aunque le falten jugadores, sigue siendo un gran equipo. Es un sueño hecho realidad. Todavía no me doy cuenta de que ganamos ese juego. Es una buena victoria, hicimos un buen partido. (…) Seguimos hablando de Brasil, el país del fútbol. Y durante el Ramadán también” explicó en una conferencia de prensa.
Si no dejó de recordar que la continuación lógica de la evolución marroquí pasaba por una coronación continental esperada por el pueblo desde hace demasiado tiempo, tampoco se olvidó de insistir en el buen momento que vive el fútbol marroquí en la actualidad. Entre la victoria de Wydad en C1, Berkane en C3 o la excelente marcha en la Copa del Mundo y los buenos resultados del equipo local, Marruecos poco a poco va adentrándose en las grandes ligas. “Puede que estemos viviendo la época dorada del fútbol marroquí, tenemos que mantenerlo a este nivel y saborearlo”, insistió tras la victoria. Y después de este hermoso festival de fútbol en Tánger, los aficionados siguen en las nubes. El mundo ha sido advertido, Marruecos ahora quiere sentarse en la mesa grande.
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