Son imágenes que no nos gusta ver en un campo de fútbol. Mientras Lucas Buades abría el marcador para los rutenos, el centrocampista ruteno fue a celebrarlo ante el público del Burdeos. Fue entonces cuando fue atacado por un hincha del Girondins que lo empujó. El partido se detuvo, el jugador fue examinado y luego enviado al hospital, sufriendo una conmoción cerebral.
Es en este contexto que el partido fue detenido oficialmente según lo anunció Nicolas Rainville, el árbitro del encuentro: “No se reanudará el partido (…) Luca Buades está bajo supervisión médica, aplicamos las reglas». Una decisión de graves consecuencias para el Burdeos. Triste final de temporada para el Girondins.