Todo ha cambiado en Milán en los últimos días, y lo que sucedió ayer fue inesperado.
En el espacio de unas pocas horas, el propietario Gerry Cardinale revolucionó por completo la estructura de gestión, despidiendo tanto a la leyenda del club y director técnico, Paolo Maldini, como al director de fútbol, Ricky Massara, con efecto inmediato.
Como resultado de este sorprendente desarrollo, Geoffrey Moncada será ascendido de su cargo actual como Jefe de Scouts para supervisar toda la gestión de transferencias en el mercado de verano.
Sin duda eso supondrá que habrá un impacto en las estrategias de mercado, y de hecho, ya podemos ver el primer ejemplo de ello.
Hubo una negociación para Ruben Loftus-Cheek del Chelsea que estaba en marcha, sin embargo, esto ahora se ha puesto en espera temporalmente.
El centrocampista inglés, que tiene un contrato con los Blues que vence en 2024, era un perfil de jugador muy deseado por Maldini, pero sin el excapitán el club quiere ahora unos días para evaluar si continúa con las conversaciones o definitivamente interrumpir y poner fin a esas negociaciones.
Eso a pesar de que ya existe un acuerdo en principio en términos personales con el jugador.
Lo que no sorprende es el otro nombre en el marco de los rossoneri, Daichi Kamada.
El centrocampista ofensivo japonés es apreciado por toda la dirección del club, y en los próximos días hay voluntad de todas las partes para cerrar un trato, después de que se llegara a un acuerdo general hace semanas.
