Es un comienzo de temporada lleno de acontecimientos el que vive actualmente el delantero portugués. Afianzado en la ofensiva lusitana, Cristiano Ronaldo se encontró en el suelo, con la nariz sangrando, tras golpear a Tomas Vaclik, el portero checo. Más miedo que mal para el mancuniano que aún fue capaz de empujar hacia atrás el césped y protagonizar el primer gol luso, anotado por Dalot.
Pero quizás no fue necesariamente la mejor idea ya que el famoso número 7 concedió un penalti al final del primer tiempo. Un gesto en definitiva sin consecuencias, porque Patrick Schick vio volar su remate fuera del marco de la portería visitante.
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