Al día siguiente de la marcha de Ronald Koeman en octubre de 2021, Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, solo tenía una idea en mente: fichar al exjugador y entrenador de la Juventus, Andrea Pirlo (43 años) pero finalmente es la leyenda Xavi Hernández que había tomado el cargo. El ex centrocampista italiano no presentó ninguna garantía deportiva con su exiguo pasivo técnico.
Pero Laporta tenía la íntima convicción de que Pirlo podía encarnar al nuevo Frank Rijkaard (más de 15 años después), es decir el elegido, sin mucha experiencia en un banquillo, capaz de encontrar soluciones a los males de la ‘tripulación’. Al consultar a los ejecutivos del vestuario, el presidente blaugrana había llegado a entender que el Campeón del Mundo de 2006 no era el hombre para el trabajo.
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