Increíble pero cierto, el penúltimo equipo de la tabla logró golear al Liverpool, líder indiscutible de la Premier League,
Solo hay una manera para describir a este hecho, y es: esto es Premier League.
No hay mejor forma de razonar el suceso, el Liverpool tuvo un partido realmente pobre.
En general, no solo en defensa estuvo mal, sus jugadores de arriba no tuvieron un solo acierto.
Desde Mo Salah, hasta Van Dijk, el partido fue para dejarlo al olvido. Debe ser un llamado a la concentración del equipo.
Con Gomez con problemas en su condición física, Lovren fue el que ocupó su lugar y de los más cuestionables del encuentro.
Acompañado de un Trent Alexander-Arnold con un partido realmente pobre tanto como en ataque como en defensa.
Dejando de lado el mal encuentro del Liverpool, hay que admirar el buen partido del Watford.
Equipo que no bajó los brazos luego de que su mejor jugador saliera lesionado.
Sin embargo, lo que ocurrió luego de eso fue increíble. El Watford encontró los momentos y no los desaprovechó.
Watford que supo perforar una floja defensa del Liverpool en este partido y logró concretar las jugadas cuando debió.
El partido fue en principio parejo, al menos por el lado del Liverpool hubo escasez de oportunidades claras.
No generó, no encontró los espacios, la única oportunidad clara fue un disparo en el poste de Lallana.
Algo increíble viniendo del mejor equipo del mundo. Lo que demuestra que son humanos, y que todos tienen un mal día.
Pero todo esto surgió por el increíble marcaje y detección del Watford, la manera en que anuló fue muy impresionante.
Hasta el final del partido se mantuvieron muy bien parados, realmente algo para halagar a este equipo, merecida victoria.
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