Después de una racha de 4 victorias consecutivas, el Liverpool solo necesitaba ganar en casa contra el Crystal Palace para confirmar su pase a la próxima edición de la UEFA Champions League, algo que llegó a parecer imposible para los Reds algunos meses atrás cuando se había alejado considerablemente de dicha zona.
Aunque no fue el encuentro más vistoso ni mucho menos, a los de Klopp les bastó con un gol por cada tiempo para sumar 3 puntos valiosos en una temporada muy complicada para ellos por la cantidad de lesiones que sufrieron, la cual sin ninguna duda influyó en el nivel del equipo, el cual se derrumbó completamente en el tramo más importante.
El combinado de Anfield terminó en la tercera posición de la tabla general con la caída del Chelsea, una posición más que merecida si tenemos en cuenta las dificultes que tuvieron que atravesar. Sadio Mané fue el encargado de los goles este día domingo, un premio para un efectivo que no pasó por su mejor nivel futbolístico, pero que siempre se deja todo por el equipo.