A pocos días de una era que definiría la final de la Champions League para el Manchester City, lo último que necesitaba Pep Guardiola era que uno de sus jugadores sufriera una lesión que le dejara fuera de la cita europea.
Además, el hecho de que sea una de sus estrellas insustituibles solo aumenta los problemas de Pep.
Inter claramente hará todo lo que esté a su alcance para alterar las probabilidades el sábado, aunque si la final es fiel a su estilo, Man City debería ganar el juego a medio galope y ganar un triplete en el proceso.
Al hacerlo, serían solo el segundo equipo de Inglaterra en completar la hazaña de la Premier League, la FA Cup y la Champions League en la misma temporada y, después de Milán, convertirían a Manchester en la segunda ciudad en tener más de un ganador de la liga de campeones.
El partido del sábado promete ser fascinante por muchas razones, sobre todo si Kyle Walker no se ha recuperado a tiempo, y como resultado, el Inter puede apuntar al lado derecho del City.
“Ha tenido un pequeño problema en la espalda”, dijo Guardiola a los periodistas en una conferencia de prensa.
“Ayer no estuvo bien, hoy estuvo un poco mejor pero no queríamos correr ningún riesgo. Veremos en los próximos días”.
Aunque alguna vez se creyó que Walker no podía jugar en la última variante de su sistema de Pep, el lateral derecho ha demostrado en las últimas semanas que no solo puede entenderlo, sino que ha hecho suyo su papel.
Eso es testimonio del trabajo y el esfuerzo que tanto el propio Walker como su entrenador han puesto, pero todo podría ser en vano y significar que el jugador se pierde el partido de fútbol más importante de su carrera.